Las pruebas visuales con electrofisiología no generan molestias, ni efectos nocivos, pues son fáciles de aplicar, las cuales se utilizan en personas de todas las edades desde el momento del nacimiento.
La prueba se basa en colocar unos electrodos de manera superficial sobre la cabeza, enviando estímulos luminosos a través del ojo.
Duración: 45 minutos aproximadamente